En 1998, fruto de un convenio entre el Ayuntamiento de A Coruña y la Universidad de Santiago de Compostela, se establece el inicio del Plan Director del Castro de Elviña. Coordinado por el Laboratorio de Arqueología y Formas Culturales del Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la USC, comenzó a elaborarse un amplio documento que incorporaba un total de 42 especialistas y técnicos de muy distintas disciplinas: arqueólogos, arquitectos, historiadores, geógrafos, sociólogos, economistas, edafólogos, palinólogos, botánicos, ingenieros de obras públicas, comunicólogos, diseñadores o informáticos.

Coordinado por Felipe Criado Boado, el Plan Director implicó una profunda revisión histórica y arqueológica del yacimiento, permitiendo la recuperación de toda la información relacionada con Elviña y la elaboración de distintas hipótesis, líneas de investigación y estrategias de conservación, restauración y divulgación. El Plan Director sentó las bases de una forma de comprender el patrimonio de Elviña, abarcando, más allá de la arqueología, su perspectiva social, estética, cultural y turística, haciendo hincapié en la restauración y acondicionamiento del castro y el entorno, en la mejora de accesos y en la correcta exposición de los materiales.

Debido las distintas coyunturas, el Plan Director nunca fue ejecutado, aunque muchas de sus ideas fueron recuperadas y reinterpretadas en posteriores actuaciones.