La concejala de Bienestar Social, Yoya Neira, presentó esta mañana el XX Congreso FEJAR, que tendrá lugar desde mañana hasta el domingo en la Fundación Barrié, organizado por la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados y Agalure (Asociación Gallega de Ludópatas Rehabilitados) y que coincide con el 25 aniversario de esta última. Los responsables de ambas entidades, Máximo Gutiérrez y Francisco Gil, acudieron a la presentación en la que la edil destacó que la ludopatía es una de las cuestiones que "más nos preocupan por el incidente en edades cada vez más tempranas, con la normalización social que supone este momento y que está teniendo unas consecuencias incalculables para las familias".

Esta cita, que lleva el lema de "Prevenir y concienciar", es fundamental, según Neira, para darle visibilidad y entra dentro de los dos grandes pivotes sobre los que la concejalía va a trabajar, como son las/los mayores y las/los menores: "Haremos campañas de concienciación con las asociaciones que llevan tantos años trabajando y que son las que conocen de primera mano cómo evolucionan, en este caso, las adicciones al juego". La concejala señaló que solicitarán la colaboración de los centros educativos de primaria y secundaria y la de las asociaciones de madres y padres de alumnos, con el fin de abordar un problema que, en muchas ocasiones, está minimizado.

Por eso, Neira remarcó la importancia del congreso, ya que pondrá el foco sobre una realidad y les dará una visión de esperanza a todas las familias que tienen a un ser querido pasando por esta situación: "Por parte de las administraciones tenemos que trabajar para que dejen de ser normales comportamientos que no lo son". Pola su parte, Máximo Gutiérrez valoró positivamente que se desarrollen campañas como ya existen sobre otras adicciones porque "no es posible que lo que veamos en la prensa sean anuncios para publicitar juegos y ninguna sobre la ludopatía" cuando "la bajada de la media de edad va a una velocidad tremenda".

El presidente de la federación explicó que si antes los períodos de latencia entre que una persona empieza a jugar hasta que se convierte en ludópata eran de seis la ocho años, en la actualidad son de menos de un año: "Es fundamental tratarlo, concienciar a la sociedad de que la actividad de juego es lúdica para algunas personas y en otras causa daños irreparables".

Añadió que otra de las asignaturas es la de informar a las familias sobre las herramientas que existen para encender las alarmas. Desde Agalure, Francisco Gil confirmó que en A Coruña la tendencia es la misma que en el resto del Estado y que si en 2015 contabilizaban 40 personas en busca de un diagnóstico, hoy serían 100.