Las voces en defensa del medio ambiente en el área metropolitano llegaron esta mañana a María Pita . La alcaldesa, Inés Rey, y los concejales de Urbanismo y Medio Ambiente, Juan Díaz Villoslada y Esther Fontán, arroparon con su presencia la lectura de un manifiesto en defensa de la ecología en el área metropolitana y en contra de la destrucción del humedal de A Gándara.

Las y los vecinos afectados estuvieron acompañados por representantes municipales del área metropolitana de A Coruña, entre otros, el alcalde de Cambre, Óscar García Patiño, la primera teniente de alcalde de Culleredo, Guadalupe Pombo, el segundo teniente de alcalde de Carral, Pablo Couto, y parlamentaria socialista Begoña Rodríguez, así como las organizaciones ecologistas Adega y Sociedad Gallega de Historia Natural. También asistió el portavoz del grupo municipal del BNG, Francisco Jorquera.

El humedal de A Gándara constituye, según el manifiesto, un elemento estratégico para el territorio por su aportación al espacio Red Natura Embalse de Cecebre, a la Reserva de la Biosfera Las Marinas-Tierras del Mandeo, a la red de infraestructuras verdes y albergar hábitats de interés comunitario prioritario y especies en peligro de extinción.

Por eso, el manifiesto ahonda en el deber de los poderes públicos de velar "y proteger los espacios naturales, así como crear dominios públicos cómo una de las técnicas más efectivas de protección de ciertos tipos de bienes y entornos".

En este sentido, los colectivos anunciaron su intención de apoyar la campaña "Pensando global y actuando local" para presentar la candidatura de Grieta Thunberg al premio Princesa de Asturias a la Concordia 2020 a través de change. org, como símbolo de la necesidad de involucrarse individualmente y de exigirles comportamientos responsables a las y a los gobernantes.

En el ámbito de las infraestructuras, denuncian "las innumerables modificaciones que sufrió durante los últimos quince años a Vía Ártabra hasta llegar a ser un eje ineficiente económicamente, absurdo en lo social y desastroso en lo ambiental" y le piden a la Xunta que recapacite y paralice el proyecto. "Aún están a tiempo de parar unas obras que suponen una agresión ambiental irreparable", señalaron.

Explicaron que el trazado concentra el tráfico en la AP-9, lo que provocará el colapso de esta autopista y la avenida de Alfonso Molina, en lugar de distribuir el tráfico entre las diferentes alternativas de acceso a la ciudad herculina o la otros municipios.

Para las vecinas y los vecinos, la Vía Ártabra debe proseguir hasta Arteixo, con el fin de servirles de nexo a los ayuntamientos del área metropolitana y evitar así que entren en A Coruña.