El servicio de salvamento y socorrismo asistió en lo que va de verano a un total de 452 personas en las playas coruñesas, más de la mitad por heridas superficiales y picaduras de escarapote. Por la primera causa, asistieron un total de 129 personas, mientras que por escarapote fueron 100 las que acudieron a los puestos de socorrismo. Del resto de actuaciones, se suman 62 asistencias por cortes, 19 por picaduras de insectos, 14 por rozaduras y 13 a causa de traumatismos. También atendieron a 12 personas mareadas, 13 con heridas por objetos punzantes y nueve por daños oculares. Desde lo 15 de junio se realizaron un total de cuatro rescates, cinco personas se perdieron de su gente por los arenales, mientras que 28 tuvieron que ser trasladadas. Tres recibieron asistencia en servicios externos a las playas. Otras causas menores fueron por ampollas (tres) y hemorragias (una) y 37 se catalogaron dentro de otros "incidentes". Por otra parte, no se registró ninguna víctima por golpe de calor, pérdida de conocimiento, parada cardiorrespiratoria, mordedura de animal, esguince o abrasión solar.

Por quincenas, en la segunda de junio se sumaron 42 asistencias, que se triplicaron en la primera de julio hasta llegar a las 132. La segunda quincena de julio fue en la que se atendieron más personas usuarias, un total de 159, que bajaron en esta primera de agosto a 119.

Respeto del año pasado, en 2018 habían sido 709 frente a las 452 personas que lleva atendidas hasta lo de ahora el equipo de salvamento. En cuanto al tipo de lesiones, si en el verano pasado socorrieron a 256 personas por cortes, este año llevan 62 por este motivo, al contrario que las picaduras de escarapote que aumentaron de 65 (2018) a las 100 actuales a falta de más de un mes de servicio, ya que las y los profesionales no marcharán de los arenales hasta el 27 de septiembre. Otra cifra llamativa es la de los rescates, ya que pasaron de los 13 del anterior verano a los cuatro de 2019.

La mala climatología es uno de los factores a tener en cuenta en el registro. Prueba está en que este año no hubo asistencias por abrasión solar y en 2018 se habían dado 67 personas aquejadas. También dos se vieron afectadas por un golpe de calor, mientras que este año no se tuvo que atender a ninguna por esta razón.