El concejal de Culturas, Deporte e Coñecemento, José Manuel Sande, valoró este miércoles la decisión del juzgado coruñés de Instrucción 3 de sobreseer de manera provisional y archivar la causa abierta contra su persona tras una denuncia que consideraba que el diseño de uno de los carteles con los que se publicitaron las fiestas del Carnaval 2017 en la ciudad podía constituir un delito contra los sentimientos religiosos. "La lógica y el sentido común se imponen finalmente", señaló el responsable municipal, después de indicar que "en ningún momento hubo mayor preocupación por el procedimiento judicial, dado que tampoco hubo nunca intención de ofender con el cartel". "No podíamos esperar otra resolución que esta, basándonos en derechos tan fundamentales como la libertad de expresión y de manifestación artística que tanto defendemos, y toda vez que este cartel no ataca a nadie, simplemente refleja el espíritu irreverente del Carnaval coruñés, fiesta prohibida durante años por aquellos, precisamente, que imponían el silencio", indicó el edil. En el mismo sentido, declaró no haber estado preocupado "en ningún momento" por la resolución de este proceso, que calificó como "una anécdota, y casi una extensión del propio Carnaval".

El auto judicial donde se acuerda el sobreseimiento se remite a un informe de la Fiscalía, que interesó el archivo, al "no resultar acreditada la perpetración de la infracción penitenciaria", por entender que el dibujo "constituiría a lo sumo una imagen provocadora o satírica, pero no cuestionaría directa o indirectamente ningún dogma, creencia, rito o ceremonia de la religión católica", aún en el caso de entender que este hacía referencia al actual Papa. En esta línea, el informe del Ministerio Público acepta la posibilidad de que el cartel representara "una simple caricatura de una persona disfrazada de sumo pontífice" y destaca que este es un disfraz "bastante habitual en las fiestas de Carnaval de esta ciudad". Del mismo modo, considera que no quedó acreditada en el procedimiento "la intención del autor del cartel o de la persona que lo encargó -el concejal de Culturas- de ofender los sentimientos religiosos". "No conviene perder de vista que se trata de un cartel exhibido en un contexto concreto (las fiestas de Carnaval)", recoge el informe.