La muestra la conforman una serie de obras que reflejan una imagen urbana y urbanizada del individuo, encuadrado siempre en escenarios anónimos con un halo de misterio. Rostros ocultos emergen de nebulosas de carboncillo y pastel, entre gestuales trazos con referencias al street art, el tagging grafitero y la indumentaria urbanita. Destaca la cuidada composición de sus piezas, que suelen presentar una banda monocolor que encuadra la escena y despiertan la curiosidad del espectador, en un intento por averiguar el porqué, el contexto, la razón subyacente de estos personajes sin facciones. El caos del entorno contrasta con el  hiperrealismo de los detalles, y la mixtura de técnicas artísticas otorga una plasticidad sorprendente a estas anónimas figuras, que emergen de densas humaredas de polvo de carbón.

En palabras del propio artista: "Mi obra es una representación subjetiva de la sociedad actual y de cómo nuestra propia evolución nos está llevando a la pérdida de valores, identidad y a la deshumanización del individuo. La iconografía urbana nos invade, lo insignificante adquiere relevancia y la identidad del individuo desaparece poco a poco consecuencia de nuestra evolución."

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Marc Quintana (Tarragona, 1975) vive y trabaja en Barcelona aunque mantiene un vínculo muy fuerte con Galicia. Ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas, viajando entre otros lugares a Francia, al 40ème Salon de Montrouge, París; a EE.UU. con la Gallery International en Baltimore, Maryland o a Brasil, a la Bienal 3000 MAC de Sao Paulo. Su obra forma parte de importantes colecciones públicas y privadas.