El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, y los concejales de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, Xiao Varela, y Culturas, Deporte e Coñecemento, José Manuel Sande, presentaron este miércoles la propuesta ganadora para llevar a cabo la redacción y ejecución del proyecto de reforma y conservación de la cubierta y de las estructuras metálicas de las bancadas del estadio de Riazor, una vez que la adjudicación recibió el visto bueno de la Junta de gobierno local, esta misma mañana. La propuesta, adjudicada a la firma Arias Infraestructuras por 7,162 millones de euros, supone, en palabras del primer edil, "una obra más que relevante para la ciudad, porque significa darle una nueva imagen a lo que ya es un edificio icónico, en el que va a ser el estadio del siglo XXI". "El estadio de Riazor es uno de los símbolos de A Coruña y esta obra va a permitir solucionar el problema estructural de las cubiertas, y al mismo tiempo, mejorar una equipación urbana con gran valor funcional que se sitúa en el centro de A Coruña, lo que consideramos que es, frente a otros modelos, un valor que servirá para proyectar la imagen de la ciudad en el exterior".

Con esta propuesta, que fue la mejor valorada técnicamente por el personal municipal, se resuelven, según apuntó el regidor, cuestiones prioritarias, "como es afrontar la cuestión estructural, pero también la calidad estética del proyecto, las posibilidades de mantenimiento y conservación de la cubierta o su protección contra el ambiente marino y la corrosión por la cercanía del mar": Ferreiro subrayó también la reducción de tiempos de obra que supone esta elección, que prevé la ejecución total de la reforma en el año 2018, y destacó que la propuesta seleccionada programa además futuras intervenciones que le darían al estadio una solución estética unitaria y definitiva. "Esta propuesta ya está contemplando soluciones estructurales que compatibilizan la obra de las cubiertas, que es responsabilidad del Ayuntamiento, con una intervención en el resto del cierre del estadio, y me consta que el Deportivo está interesado en dar continuidad a todo el resto de mejoras", incidió, advirtiendo que las recreaciones del proyecto recogen, no solo el resultado de la obra de las cubiertas, sino la previsión de cómo quedaría la reforma completa. También, el alcalde avanzó, como proyecto "de futuro", a medio o largo plazo, actuaciones de mejora en el entorno del estadio, que puedan complementar su reforma "y servir para aumentar la calidad de vida y el atractivo del barrio, y reforzar el valor icónico del estadio".

En cuanto al proyecto, el concejal de Rexeneración Urbana destacó durante su intervención algunas de las cuestiones que incidieron en la alta valoración técnica de la propuesta ganadora, como es la solución estructural que plantea, que "mejora y afina el anteproyecto de partida, manteniendo las condiciones generales que se proponían, y que pautaban que el proyecto estructural definitivo fuera semejante estéticamente al existente". A este respecto, Varela señaló que la relación con el sistema actual se mantiene mediante un sistema de barras, que se asemeja visualmente al sistema estructural actual, en malla espacial, "que confiere unidad estética al conjunto". La propuesta contempla la sustitución de los dos lados largos del estadio -el correspondiente a la avenida de la Habana y Manuel Murguía- y la rehabilitación de los lados cortos, que se encuentran en mejor estado, y prevé la cubrición de la grada de Preferencia, para tener más superficie de grada cubierta, eliminando la antigua visera, de forma que aminora las molestias derivadas de la caída de agua en las gradas y se mejora la visión, sobre todo en las partes altas; además, y también en cuanto a la recogida de aguas, se propone un canalón perimetral exterior, "una mejora interesante", consideró el concejal.

La propuesta respeta también el corredor perimetral interior que se preveía en el anteproyecto, para facilitar el mantenimiento y conservación de las cubiertas, y garantizar recorridos accesibles y seguros en la superficie. Además, también se mejora el funcionamiento estructural con la introducción de unos tirantes que, a mayores, posibilitan futuras intervenciones en el resto de las fachadas de Riazor, "coordinando y programando esas actuaciones, de manera que se pueda mantener la unidad de actuación en el estadio", detalló Varela, recalcando el "rigor técnico" del anteproyecto elaborado por el Ayuntamiento como paso previo a la adjudicación conjunta del proyecto y la obra, "para no repetir errores del pasado y no encontrarnos con problemas en la fase de ejecución".

También destacó el concejal la solución definida para la cubierta, que apuesta por un material "único, transparente y muy resistente -policarbonato celular-" , lo que, por una parte, redunda en la coherencia estética pero, además, permite que la cubierta sea "totalmente accesible y transitable, lo que facilita su mantenimiento y la conservación, ya que se puede caminar por arriba en toda su extensión". Además, y según indicó, la elección de un material transparente "mejora la transmisión de la luz, y permite más libertad de diseño, porque evita la necesidad de colocar lucernarios dado que toda la cubierta es un gran lucernario". Esto traerá consigo una mejora del funcionamiento energético del propio estadio y una reducción del consumo de electricidad y, además, facilitará el soleamiento, estado y mantenimiento del césped. Según observó el concejal, esta solución transparente "servirá también para amplificar el impacto del estadio sobre la zona, por tener capacidad de ser retroiluminada, de manera que la imagen podrá ser impactante".

Por último, el responsable municipal de Rexeneración Urbana se refirió a la planificación de obra, "una cuestión que fue muy valorada, y fundamental, porque reduce los tiempos de ejecución de forma considerable, que en principio estaba planificado para hacerse entre 2018 y 2019 y que pasa a compactarse en la propuesta definitiva", al plantear la actuación simultánea en las cuatro gradas durante la fase de cierre del estadio. De este modo, y según se contempla en el cronograma previsto por la adjudicataria, la actuación se desarrollaría en ocho meses y medio desde la firma del contrato, con obras en el estadio entre los meses de mayo y agosto, durante el parón de verano. Los trabajos, según esta planificación, se desarrollarían en un plazo de 124 días, con distintas fases intermedias, solapadas en algunos momentos. Antes, la adjudicataria deberá de desarrollar el proyecto, que tendrá que ser aprobado por el Ayuntamiento.

Por su parte, el concejal de Culturas, Deporte e Coñecemento, incidió en la relación "ejemplar" entre dos instituciones, como son el Ayuntamiento y el Real Club Deportivo. "En todo este proceso, Ayuntamiento y club caminaron de la mano, en beneficio de un símbolo y de toda la ciudad, y con una idea que abre nuevos caminos en el compromiso del Deportivo hacia la ciudad y hacia el deporte de base, a través de la reformulación de esta relación, que ya viene plasmando en los últimos tiempos y que estrecha más el vínculo entre ambas institución", enfatizó Sande. También destacó el trabajo del personal municipal, en especial de las áreas de Rexeneración urbana y Deportes, "un ejemplo de sintonía y esfuerzo conjunto, en un proyecto, además, de esta ambición y características, que actúa sobre un estadio histórico que es patrimonio real y simbólico de la ciudad".