A lo largo de estas jornadas, y dentro del proceso de repensar los usos de los espacios y equipaciones institucionales existentes en nuestra ciudad, conoceremos ciertos ejemplos inspiradores de la península que funcionan de manera innovadora alrededor del concepto de residencia artística, de la planificación y uso integral de espacios culturales y sociocomunitarios y de la apuesta de cada territorio por su talento artístico y por el desarrollo de su creatividad.

Queremos imaginar más allá de lo que conocemos. Queremos comenzar a esbozar juntas un horizonte abierto, libre y plural para la convivencia y el desarrollo creativo dentro de nuestros equipaciones, un horizonte sostenible y digno que sirva también como garantiza de las condiciones materiales, económicas y de vida de los agentes relacionados con la cultura en nuestro territorio. Comencemos una travesía hacia el hiperespacio.

El hiperespacio se define por su falta -o imposibilidad- de definición. Es el misterio, el infinito sin fronteras donde podemos reinventarnos o repensarnos. La página o el lienzo en blanco, el escenario vacío, el espacio en silencio. Es un lugar dispuesto a la experimentación, a que acontezca en él lo desconocido. Dentro del hiperespacio encontramos más que una relación espacio-tiempo. Encontramos otras muchas dimensiones y capas, magnitudes más intangibles como los afectos, el acompañamiento, el cuidado, la flexibilidad, y tantas otras por revelar. Es un espacio vacío, flexible y abierto, dispuesto a ser habitado de tal manera que pueda darse esa paradoja tan especial e inspirador: lo de sentirse como en casa, aún estando fuera de casa.

Durante las jornadas, además de acercarnos a los universos particulares de proyectos y personas invitadas -que compartirán su experiencia desde bibliotecas, centros cívicos y sociales, espacios culturales, residencias artísticas, espacios auto-gestionados...- proponemos un viaje conjunto a esos universos comunes por los que es preciso transitar para construir un proyecto innovador, dinámico, abierto, participado, integrador y sostenible. De este modo, a lo largo de tres días abriremos distintos espacios de aprendizaje colectivo para imaginar juntas esos universos que configuran el hiperespacio: las personas (equipos y usuarias), las estructuras administrativas y jurídicas, los afectos, los recursos económicos, los recursos técnicos y materiales, el diálogo con el contexto, y los criterios e identidad propios.