Urbanismo solicita una subvención dentro del Programa de fomento del alquiler del Plan estatal de vivienda 2018-2019, que convocan desde la Xunta de Galicia, para ejecutar el proyecto de edificación en los solares y el inmueble de propiedad municipal sitos en el número 26 de la calle Sano Nicolás y número 15 de Marqués de Pontejos, destinados a viviendas sociales. La obra tiene un coste total estimado en 1.048.822,60 euros y, en caso de recibir la ayuda, el plazo máximo para ejecutarla sería en octubre de 2021, dos años después de la resolución del Gobierno autonómico, que está prevista que se anuncie en octubre. En caso de que el Ayuntamiento resulte beneficiario de la subvención, se publicará el concurso de licitación y el contrato se adjudicará en febrero del año que viene. El plan diseñado por el arquitecto Jorge Salado dividirá la construcción en un nuevo bloque con dos apartamentos en dúplex de dos dormitorios en Marqués de Pontejos y tres de un dormitorio en el edificio existente en San Nicolás con la posibilidad de integrar en los bajos dos locales sin uso específico.

En el plan de rehabilitación e integración del nuevo inmueble prima que este lugar sea una fiel expresión de la cultura de la ciudad, un paradigma de espacios, formas, materiales, texturas, olores y colores que recuerden el rico pasado de A Coruña y que armonice, por una parte, el trazado medieval del barrio de Pescadería, al que pertenece el edificio de San Nicolás, y por otro, la apertura de Marqués de Pontejos, de principios del siglo XX, de vocación racionalista, y que sirvió para comunicar el mercado de San Agustín con la Estrecha de San Andrés.

La propuesta centra todo su interés en encontrar el concierto arquitectónico, entre la preexistencia que conforman los históricos muros de carga del inmueble de San Nicolás, y la aparición de un nuevo volumen en Pontejos, que dialogará con las edificaciones colindantes de la propia calle. Sin embargo, la nueva construcción se acomodará a las alturas, vuelos y alineaciones de los bloques existentes y no se limitará a una actuación en la epidermis, sino que irá a las entrañas de A Coruña.

Por otra parte, las conexiones verticales se resolverán con un núcleo de escaleras y un ascensor adaptado que les dará acceso a cada una de las plantas a todas las personas con independencia de sus habilidades físicas o psíquicas.