2 de diciembre de 2014
El grupo de investigación ROAF, formado por Víctor Arufe Giráldez y José Luís García Soidán, nos presenta en esta ocasión, el estudio que ha llevado a cabo y que tiene como objetivo analizar la posible incidencia de las superficies del terreno, sobre las que entrenan los atletas con relación a las lesiones que puedan originar o agravar.
El presente estudio intenta demostrar la controversia existente a la hora de señalar una superficie como óptima para el entrenamiento diario de los atletas.
El objetivo es, al igual que otras investigaciones, el dar a conocer los elementos que pueden perjudicar a la salud del atleta y de esta manera realizar un plan preventivo; para paliar o minimizar el riesgo de lesión.
La prevención se enfoca acorde a una tabla elaborada con una serie de parámetros que nos servirá como indicativo para el análisis de las superficies más habituales de entrenamiento de los atletas. Ésta será útil para cualquier persona que esté a cargo de un atleta, bien sea entrenador, médico, masajista, etc.
Fundamentación Teórica
En los diversos estudios publicados acerca de la incidencia de las lesiones en el atletismo coexisten un gran número de controversias, debido a la falta de un protocolo común de investigación y a su complejidad; es decir, al gran número de factores que intervienen en la creación de una lesión en los atletas.
Algunos de los factores que han sido estudiados por diversos autores (Powell y cols., 1986; Koplan y cols., 1982; Ijzerman y van Galen 1987; Walter y cols. 1989, etc.), así como otros añadidos por el autor y que pueden encauzar a la formación de lesiones en los atletas, son:
En relación a la fiabilidad de los estudios con respecto al periodo de recogida de datos, nos encontramos con distintas argumentaciones; Así, los estudios realizados por Lysholm y Wiklander (1987) durante el periodo de un año, registraron una tasa de incidencia de lesiones mayor en primavera y verano, señalando como causa de este incremento el hecho de que los atletas ya llevaban entrenando los meses de otoño e invierno; Esta afirmación también es apoyada por otro estudio realizado por Walter y cols. (1989). Sin embargo, otros estudios realizados por Ijzerman y van Galen (1987) hallaron que el periodo del año no influye en la posibilidad de lesiones. En esta investigación, el periodo de recogida de datos es de aprox. 4 meses (del 20 de diciembre al 21 de Abril).
Varios estudios constatan que no existe un tipo de superficie del terreno ideal para el entrenamiento de los atletas sin que se lesionen. Así Jacobs y Berson (1986) no hallaron relación entre la superficie sobre la que se corre y las lesiones en atletismo; el mismo resultado obtuvieron Ijzerman y van Galen (1987). Igualmente Martín y cols. (1988) no lograron concluir cual de las superficies más habituales de entrenamiento de los atletas era la que presentaba menor incidencia de lesiones (duras, blandas o combinación de ambas). Walter y cols. (1989) no hallaron una relación significativa entre las lesiones y la frecuencia con que se corre sobre asfalto, hormigón, hierba o tierra.
Sin embargo el estudio de Macera y cols. (1989) constata un aumento de lesiones en mujeres que entrenan sobre una superficie de hormigón.
En el presente estudio no se logró determinar una superficie como la más adecuada para la prevención de lesiones.
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