El Ayuntamiento de A Coruña ha dado un primer paso en este sentido, con la puesta en marcha de la Plataforma para la Gestión Centralizada de la Energía, recientemente galardonada en los IV Premios a las Buenas Prácticas Locales por el Clima. Este sistema posibilita el control en tiempo real de los consumos municipales y la aplicación de políticas de gestión sostenible de la energía, mediante la implantación de la norma ISO 50001 de Sistemas de Gestión Energética.

La cuestión fundamental es medir. La máxima “No se puede gestionar lo que no se mide” se manifiesta claramente a la hora de abordar un proyecto de ahorro energético. La medida puede ser sencilla o exhaustiva, pero se ha de medir para tener un conocimiento de cómo se comporta nuestro sistema (vivienda, comercio, edificio o proceso productivo) desde el punto de vista energético. Los modelos más elementales tan solo incluyen la medición de un parámetro, pero pueden alcanzar una gran complejidad, controlando variables puramente energéticas (consumo de electricidad y combustibles); variables ambientales (temperatura, humedad e insolación) y de uso (horarios y ocupación).

Una vez obtenidos los datos, es necesario interpretarlos para valorar si efectivamente una medida de ahorro energético ha conseguido alcanzar el objetivo previsto. Para ello se determinará una metodología de cálculo que incluya todos los factores con influencia en el consumo energético, configurando un modelo energético del sistema. Una vez más, esta metodología puede ser tan sencilla o tan exhaustiva como se quiera, o se pueda.

Finalmente se podrá dar una respuesta objetiva a la pregunta ¿Cuánto se ha ahorrado con esta medida de ahorro? Dicha respuesta estará ligada a los datos disponibles y a la metodología de cálculo empleada, lo que dará lugar a su precisión. Cuantos más datos se tomen y más completa sea la metodología de cálculo más preciso será el resultado.