La alcaldesa, Inés Rey, y el concejal de Urbanismo, Juan Manuel Díaz Villoslada, visitaron esta tarde la calle Liaño Flores, en el Agra del Orzán, para comprobar in situ los resultados de la reforma, que permite un tránsito peatonal por ambas aceras más confortable al ganar para los que la transitan a pie casi cinco metros en una y tres en la otra. Además, la regidora y el edil atendieron las peticiones de las asociaciones vecinales para la zona y recorrieron con los técnicos municipales y los representantes de la empresa adjudicataria la vía que evita la doble fila al reducir a un carril el tramo que transcurre entre las calles Mosteiro de Caaveiro y Antonio Pedreira Ríos.

La reurbanización se traduce en más verde y calidad de vida para las personas residentes ya que el ensanche de las aceras propició la colocación de 17 bancos y de una docena de árboles. Rey valoró positivamente que en Liaño Flores se triplicara el espacio para los y las viandantes, una medida que -dijo­- trasladarán a otras calles en una apuesta por la sostenibilidad y la renuncia al transporte particular.

Las obras convirtieron la calle en un pequeño bulevar que implica una mejora de su accesibilidad y contribuye a la idea que persigue el Gobierno local de eliminar todas las barreras en el barrio. En la actuación, se renovaron los pavimentos y el mobiliario urbano, envejecido por el paso del tiempo, con un presupuesto de 254.077,80 euros (IVA incluido).

La superficie de la nueva calzada es de 1.967,51 metros cuadrados, y la de la acera corresponde a 1.871,66 metros cuadrados, de los cuales 771, 29 conforman el bulevar. Al mismo tiempo, se aumentó la acera en el margen de las viviendas y se mejoraron todos los pasos peatonales para adaptar este espacio público a la normativa sobre accesibilidad vigente.