La concejala de Medio Ambiente, María García, presentó esta mañana el proyecto para la creación de un bosque urbano en el barrio de Los Rosales, que tendrá el nombre de Bosque das Cinco Illas (en alusión a las islas de San Pedro) y que conectará con el Monte de San Pedro por su ladera sur, creando "una gran área con calidad ambiental y ecológica, basada en las especies autóctonas, y que podrá ser utilizada por la ciudadanía como zona de esparcimiento, juegos y descanso". García explicó que este proyecto es el primero de los que se abordarán dentro de la iniciativa Bosques da Coruña, que busca poner en valor y reforestar con especies autóctonas las zonas naturales de la ciudad en las que hoy hay una presencia mayoritaria del eucalipto, así como ahondar en la naturalización de los espacios verdes de la ciudad. La responsable municipal insistió en que este proyecto entronca con todo el trabajo de expansión de arbolado y naturalización de las zonas verdes de la ciudad que el gobierno local lleva implementando desde 2015. Al hilo, la concejala recordó que esta actuación "es coherente con la estrategia DUSI (Desarrollo Urbano Sostenible Integrado) que desarrolla el Ayuntamiento coruñés".

"En este momento, en A Coruña contamos con 301 zonas verdes aunque, no obstante, el 73% ocupan menos de 2.000 metros cuadrados y el 40% no llega a tener 500 metros. Existen muchos microespacios, cuando las recomendaciones que nos hacen desde la Unión Europea hablan de espacios para practicar ejercicio de, como mínimo, 5.000 metros cuadrados", explicó García, que indicó que la previsión del ejecutivo municipal pasa por iniciar las obras de este espacio hacia finales de año, "para consolidar la actuación durante 2019". A pesar de que la actuación está en fase de anteproyecto, ya que el plan definitivo tendrá en cuenta las aportaciones de la ciudadanía, la intención del departamento de Medio Ambiente es invertir cerca de 750.000 euros en el Bosque das Cinco Illas.

Tal y como explicó la concejala, la recuperación del espacio, que supera los 84.000 metros cuadrados, permitirá sumar un nuevo pulmón verde a la ciudad que ayudará a incrementar la biodiversidad de la zona y mejorará el metabolismo ambiental de Coruña. La responsable municipal destacó, al hilo, que una vez materializado el proyecto, entre el Bosque das Cinco Illas y el Monte de San Pedro se creará un espacio naturalizado de más de 160.000 metros cuadrados. Por sí mismo, el Bosque das Cinco Illas se convertirá en el tercer espacio verde de la ciudad por detrás del Parque de Eiris y Bens.

El Bosque das Cinco Illas se habilitará sobre lo que hoy se conoce informalmente como Parque Natural de los Rosales, un espacio que, en este momento, carece de una gran riqueza biológica y que cuenta con áreas dominadas por monte bajo y eucalipto. "A lo largo de los años hubo muchas promesas con esta zona que nunca se llegaron a plasmar realmente. Nosotros sí queremos hacerlo realidad, mejorando los accesos y los recorridos del parque, que suman más de 6 kilómetros, así como abordando los importantes desniveles que posee y rehabilitando las zonas verdes. Queremos aportar belleza paisajística y además, en definitiva, mejorar la calidad de vida del vecindario", dijo.

Abierto a las aportaciones de la ciudadanía

La intención del gobierno local es que el Bosque das Cinco Illas se abra a las aportaciones del vecindario para construir un proyecto "participado y enriquecido entre todas y todos". Según explicó la titular de Medio Ambiente, la próxima semana el proyecto del bosque será presentado al vecindario de la zona para, posteriormente, hacia el día 24, realizar una presentación pública. "Una vez que tengamos recogidas todas las aportaciones procederemos a finalizar de forma definitiva el proyecto, para luego acometer la ejecución de las obras", explicó.

La configuración del nuevo parque precisará de una intervención integral a nivel de paisaje que aprovechará los desniveles del terreno, los accesos y el sistema de caminos actuales para crear un gran bosque, que ocupará la mitad del terreno en su parte central, un área en la que ahora se concentran ejemplares de eucalipto de gran porte y que serán sustituidos gradualmente por especies autóctonas (si bien se conservarán algunos ejemplares de eucaliptos especialmente simbólicos en la zona por pertenecer a una variedad diferente y de usos paisajísticos). El resto del bosque intercalará zonas de vegetación baja, praderas y de árboles para crear espacios de sombra y también para abrir áreas que permitan potenciar las vistas a la ciudad y a las islas de San Pedro que tiene la zona. También está previsto implementar equipaciones que amplíen la tipología de usos para los vecinos y las vecinas.

La titular de Medio Ambiente indicó que habrá instalaciones agrupadas por usos destinadas a juegos para niños y para niñas, una zona con biosaludables y mobiliario urbano pensado para gente mayor, así como una zona para realizar deporte, combinada con elementos como tumbonas y bancos para el descanso. El proyecto, que culminará con la participación de la ciudadanía, también contempla un área pensada para los perros que tendrá elementos en los que puedan jugar y hacer ejercicio, como se acaba de poner en marcha en el parque de Eirís y se habilitará en breve en el Parque de Bens. La edil apuntó que el diseño del bosque está pensado para incorporar una multiplicidad de usos que actualmente no tiene, como el didáctico, educativo y científico, en el que se pueda abordar la historia del entorno, poblado en la Edad de Hierro, su composición geológica y su cercanía y conexión con el ENIL de las Islas de San Pedro. Entre los posibles usos, García también destacó el lúdico y el cultural, en el que que se puedan realizar actividades al aire libre, el recreativo y deportivo, tanto en la zona acondicionada como en la red de 6,6 kilómetros de caminos, o el de descanso y de reunión, en los merenderos y en las áreas de descanso. "Estamos hablando de un área grande. En la zona centro se concentrarían los árboles, mientras que también habilitaríamos una zona de transición con otras especies de porte más bajo para que conecten con el barrio", comentó la concejala. "La propia configuración del bosque se dividirá en diferentes islas, algo que también hace referencia y conecta simbólicamente este espacio con uno de nuestros grandes patrimonios naturales, las Islas de San Pedro", explicó la edil.

"La intervención está encaminada a recuperar y convertir el espacio en una gran área verde de calidad, que conserve, incorpore y regenere sus diversos sistemas ecológicos naturales. En el bosque se irán introduciendo de manera gradual especies autóctonas como el roble, el castaño, el cerezo o el abedul, entre otras, que tienen un crecimiento lento por lo que su configuración se aborda como un proyecto a largo plazo", comentó García. En las zonas del borde del parque se optará por una vegetación más ornamental, con árboles, arbustos y flores de alto valor cromático y paisajístico, que se prolongará hacia los accesos desde Los Rosales, para darle continuidad en el barrio. La iluminación prevista acompañará los recorridos principales y se concentrará en el área destinada a los perros, mientras que para la gestión de los residuos se optará por contenedores mimetizados para lograr su integración en el paisaje.