El Ayuntamiento de A Coruña ha recibido la notificación de renovación de la bandera azul en las playas urbanas de Orzán-Matadero, Riazor, San Amaro y Las Lapas, y que el primero de los Senderos de A Coruña promovidos por el Gobierno local, el Sendeiro Atlántico, consiguió, el reconocimiento de Senda Azul. Tal y como afirma la concejala de Medio Ambiente, María García, este galardón confirma la apuesta del Ejecutivo municipal "por la defensa del patrimonio natural y cultural del borde litoral". "El Sendeiro Atlántico promueve el uso sostenible de la costa coruñesa y discurre por los arenales que poseen bandera azul, un espacio reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, como es la Torre de Hércules, cuyo entorno es la zona de mayor biodiversidad del municipio, y finalizará en un espacio natural protegido, a la espera de su resolución por parte de la Xunta de Galicia, como es la ENIL Islas de San Pedro", explica la edil. "El título de Senda Azul debe servirnos como un elemento de divulgación de valores ambientales, que posibilite una relación directa entre la ciudadanía y el mar, así como un espacio de conectividad, no solo para invitarnos a caminar la ciudad y reconocer nuestros recursos naturales, marinos y culturales tan privilegiados, sino estar en conexión con toda la ribera litoral de la comarca", afirma. En este sentido, la concejala expresa el deseo del Gobierno local de "ampliar la extensión, en un futuro próximo, por el borde litoral de la ría y que nos permita la conexión con otros espacios naturales protegidos, como son el embalse de Cecebre, la costa natural de Dexo y otras playas de bandera azul de la comarca".

Por otra parte, la responsable municipal valora positivamente la renovación de las banderas azules. "A pesar que cada año los requisitos son más exigentes, el Ayuntamiento de A Coruña sigue consiguiendo reconocimientos en cuanto a buena calidad de las playas y de sus aguas de baño, así como por su accesibilidad y servicios que ofrecen, además de las actividades de sensibilización y educación ambiental que se hacen en el litoral y que cada año amplían su oferta", destaca García. A este respecto, hace hincapié en la playa urbana de Oza. "Aunque este año no se obtuvo la bandera, esto no significa que no cumpla con los parámetros de calidad, y esperamos obtenerla en la próxima temporada de baño", dice.

"Hoy en día la playa de Oza disfruta de una excelente calidad de agua para el baño", afirma la responsable municipal, "gracias a las diferentes intervenciones que este Gobierno está realizando en la zona desde su llegada a María Pita, en relación al plan Vertido Cero, y que tienen una repercusión inmediata sobre la misma". "El Ayuntamiento está desarrollando desde el verano de 2015 trabajos y obras de calado para la detección y erradicación de los vertidos de aguas residuales en las cercanías de la playa de Oza y los resultados de las analíticas realizadas por la Consellería de Sanidad informan de su muy notable mejoría, en especial desde mayo de 2016", explica la edil. Entre las medidas de calado puestas en marcha por el Gobierno local, se sitúa la dotación de una nueva red de saneamiento en la esquina sur de la dársena de Oza y su nuevo sistema de bombeo, así como la finalización del vertido a la ría de O Burgo de los edificios administrativos de Nuevos Ministerios y el entorno de la calle Brasil.

El arenal de Oza perdió su bandera el verano de 2015 "debido a la inacción de anteriores corporaciones respecto a los vertidos que en esta ciudadanía había y, por lo tanto, a los malos datos registrados respecto a la calidad de las aguas recogidos en los años 2013 y 2014", señala García, quien explica que, uno de los mecanismos para obtener la bandera azul "es el resultado en una estadística sobre los últimos cuatro años, por lo que tienen en cuenta los resultados de aquellas analíticas". Así, la concejala expone que el Gobierno municipal, "conforme a las intervenciones vinculadas a la mejora de la calidad del agua y la red de saneamiento", solicitó la aplicación de una excepción de la Directiva Europa relativa a la gestión de la calidad de las aguas de baño, que dispone que, en el caso de haberse producido cambios que puedan afectar a la clasificación de estas aguas, la evaluación se efectuará sobre la base de una serie de datos que consistirán únicamente en los resultados correspondientes a las muestras recogidas desde que se produjeron los citados cambios.

"Aunque no se tuviera presente esta petición, el Ayuntamiento espera recuperar la bandera en el año 2018, y remarcar, de este modo, el compromiso del Gobierno local por el cuidado del medio natural y de la Ría de O Burgo, y con los usos diversos de las equipaciones públicas, como pueden ser el recreativo o vinculados a la salud", asevera la concejala de Medio Ambiente.