Entre las múltiples facetas de actividad de Salvador de Madariaga está la de escribir textos que sirviesen de libreto para óperas. Para eso, se puso en contacto con diferentes músicos para que compusiesen la partitura de la obra.

Hoy traemos el ejemplo de Numance, tragedia lírica que Madariaga escribió sobre la obra de Cervantes, inspirada en la derrota de la población celtibérica durante las guerras de conquista de la república romana (s.II a.C.).

El compositor francés Henry Barraud, escribió la música y la obra fue representada el 15 de abril de 1955 en el Teatro Nacional de Ópera de Paris, que anunciaba así el estreno: «Numance. Ópera de Henry Barraud sur un poème dramatique de Salvador de Madariga d'après Cervantes».

La obra contextualiza el eterno problema de la libertad, las guerras, los vencedores y los vencidos y de la dignidad con que estos últimos pueden afrontar la derrota, aspectos tratados en un perfecto equilibrio entre el puro dramatismo de la trágica situación y el lirismo conseguido especialmente gracias al papel que la música otorga a las voces femeninas. El pueblo de Numancia es el personaje central del drama, pero cada uno de sus individuos asume su destino particular, todo ello reforzado por la presencia de figuras alegóricas como la guerra o la peste.

Después del estreno, la prensa se hizo eco del acontecimiento con elogiosos comentarios -tanto de la música como del libreto- que mucho debieron complacer a Madariaga.