Xulio García Rivas nos tiene acostumbrados a disfrutar de una obra muy personal en la que, con la fuerza de la pincelada, el movimiento y el dominio del color nos consigue trasladar a mundos en los que la serenidad y la paz son los protagonistas.

Su generosidad como persona está plasmada en su obra, invitando al espectador a generar y crear el final de cada uno de sus trabajos. La insinuación del color junto con la dominada técnica permite que la última pincelada se la demos los espectadores.

En esta nueva exposición, Xulio García Rivas da un paso más adelante en su trayectoria. Una muestra en la que emplea un soporte para su trabajo: 

el papel en gran formato. Este nuevo soporte le ha permitido disfrutar, en dimensiones más grandes de lo que nos tiene acostumbrados, de la libertad necesaria para crear nuevas líneas de trabajo e investigación acercándose, en esta ocasión, a una de sus estéticas más admiradas: la cultura oriental.

Un viaje a la armonía que nos acerca al mundo del paisaje y los jardines japoneses llenos de espiritualidad, creatividad, energía, color, orden y equilibrio, pero dentro del estilo propio y característico de la obra de Xulio.

El trabajo de Xulio es un fiel reflejo de la personalidad y valores presentes en su vida. Un mundo de armonía, orden, luz, color y de generosidad facilitando al espectador que genere un mundo propio dentro de sus obras. 

El dominio de la paleta de color y la técnica trabajando con acrílicos, acuarelas y tinta chica consigue una fusión de colores y texturas llenas de vida, alegría y positividad, imprescindibles en estos momentos.

Su constante trabajo y búsqueda de nuevos mundos, unido con una técnica cada vez más depurada, consigue día a día quedarse con lo esencial de la pintura para transmitir fuertes y profundas sensaciones y sentimientos al espectador.