En este año 2022 se cumplen 50 años de uno de los sucesos más traumáticos de la historia del movimiento obrero gallego, como fue el ametrallamiento, por parte de la policía franquista, de una manifestación de trabajadores de la empresa BAZÁN (hoy Navantia) en Ferrol, el 10 de marzo de 1972, que se saldó con la muerte de dos trabajadores, Amador Rei y Daniel Niebla, y con cerca de treinta trabajadores heridos de bala.

Estamos delante de un acto de brutal represión, un de los muchos que sufrió el movimiento obrero durante la dictadura franquista, que ejemplifica el carácter sanguinario, antiobrero, inhumano y de desprecio que dicho régimen político y sus máximos dirigentes sentían por las clases trabajadoras y el trato que daban a todas aquellas personas que tenían la valentía de enfrentárseles, en defensa de su dignidad y de sus derechos fundamentales, a este regimen dictatorial.

El año 72 fue determinante en el nacimiento del sindicalismo nacionalista. Estamos delante de unos sucesos que convulsionaron la sociedad gallega, y de forma especial el movimiento obrero, el cual propició el clima necesario para que la decisión política que había adoptado la Unión do Pobo Galego, de promover la autoorganización de nuestro pueblo a todos los niveles, se empezase a hacer efectiva en la clase trabajadora gallega. Partiendo de cuadros provenientes de Galiza Socialista, de Organización Obreira y de la propia UPG, en 1973 se constituye el Frente Obrero de este partido, que promueve la creación de gérmenes sindicales en diferentes comarcas de Galicia, fundamentalmente en las ciudades por ser donde había mayor concentración obrera, referenciados a nivel propagandístico en la edición de boletines como Adiante en Vigo, Ferramenta en Ferrol, Galego en Compostela, Obradoiro en Ourense, Xerme na Coruña.

Suso Seixo fue secretario geneeral de la CIG desde el año 2001 al 2017. En la actualidad, es el presidente de la Fundación Moncho Reboiras para el estudio y divulgación de la realidad social y sindical de Galicia.