Cerca del acceso sudeste a la croa, se encuentra una construcción de gran tamaño, conocida como el Templo del Ídolo Fálico. Se trata de un edificio de planta rectangular e irregular, que ronda los 60 m2. Debe señalarse que su configuración actual no responde a la original: existen evidencias de una reforma en la parte este de la estructura, que podría corresponderse con una fase anterior o con la remodelación de una estancia, además de que la restauración realizada en campañas anteriores no se corresponde con detalle con la planta original del edificio en su banda sur.

Las principales características que definen este edificio, y que le otorgan tanto su particular nombre como su interpretación como espacio religioso, son el banco corrido y la escultura del "ídolo fálico". La construcción cuenta con un banco corrido que, adosado a sus paramentos interiores, se dispone a lo largo de toda la banda oeste y norte. En la parte norte, no obstante, se ve interrumpido para dejar un hueco, a modo de nicho, para encastrar una escultura. Se trata del mencionado "ídolo fálico", un relieve escultórico que representa una figura humana, con rasgos faciales y brazos, y quizás un falo muy destacado. En la actualidad, este relieve se conserva en el Museo de San Antón. Finalmente, hace falta señalar la presencia de la fuente cubierta en la parte noreste de la estructura. La cercanía de fuentes o manantiales de agua es una tendencia relativamente habitual en muchas edificaciones religiosas de la Edad del Hierro peninsular.

Las características del edificio hacen pensar en un uso religioso y cultual, que implicaría determinadas actividades de carácter colectivo. Debe señalarse que, en la Edad del Hierro galaica, no es demasiado habitual que aparezcan expresiones escultóricas, por lo que resulta una edificación anómala dentro de su contexto.