La Concellería de Participación e Innovación Democrática, que dirige Claudia Delso, mantendrá durante este año el proyecto de dinamización juvenil en el barrio de la Sagrada Familia que se puso en marcha el pasado mes de septiembre con el objetivo de convertir "a las chicas y chicos en protagonistas de la transformación de su ciudad" después de que sus resultados sean "enormemente satisfactorios". La edil constata que, a pesar del corto período de ejecución del programa, "el espacio comienza a ser valorado como alternativa de ocio, aprendizaje y encuentro por la juventud del barrio y también de los alrededores, por lo que urge consolidar el trabajo iniciado". El nuevo proceso de licitación, que se abre por una inversión máxima de 26.000 euros, enconmendará la gestión, coordinación y dinamización de un espacio para la juventud -localizado en la cuarta planta del centro social de la Sagrada Familia-, en el que deberá haber personal de acompañamiento, hasta finales de año. Entre las labores previstas están la gestión del propio espacio -que incluye la apertura del mismo de martes a domingo durante 31 horas semanales-, la conexión de los colectivos del barrio con el proyecto y la juventud e impulsar y ejecutar actividades dentro del espacio, así como la difusión y comunicación pública del proyecto.

Tal y como explica la edil, el proyecto piloto nació de una necesidad del barrio, de la carencia de espacios y proyectos para la gente joven, y se convirtió en pocos meses en un punto de encuentro y referencia para varios colectivos del barrio. En esta experiencia se puso a disposición de la juventud el espacio, pero también recursos y metodologías "para desarrollar sus ideas de proyectos de manera colectiva". En el centro, "encuentran las herramientas y el apoyo necesario para descubrir qué quieren hacer y cómo pueden llevarlo a cabo", explica Delso. Así, el trabajo comienza cada jueves cuando, en una asamblea, las chicas y los chicos deciden colectivamente las actividades que se realizan en el espacio. "Se fue consiguiendo también que entendieran esa lógica de participación horizontal, en la que la juventud es la protagonista tanto de las acciones como de la toma de decisiones", apunta. Se encargaron incluso de la transformación del espacio en el centro social, que era, en principio, un cuarto vacío y que fueron adaptando según sus necesidades con el uso de muchos materiales que ya tenía el Ayuntamiento, lo que les valió para sentirlo "como propio". Fruto de estas iniciativas semanales, se fueron arraigando también algunos colectivos del barrio, que colaboran para proponer actividades para el espacio. Los miércoles, por ejemplo, es el turno de la danza, una clase que comienza con dinámicas para conocer, introducir y crear vínculos entre los participantes y finaliza con una lección de break dance. Las propias chicas y chicos que hacen uso del centro establecieron el cambio como el sistema de intercambio. Así, cualquier colectivo que quiera utilizar el espacio debe ofrecer algo a cambio, como las clases de baile urbano.

Para llevar los proyecto a cabo, cuentan con dos personas dinamizadoras que se encargan de co-diseñar y llevar a cabo actividades con la juventud, además de diseñar, en común, estrategias de comunicación y mediación con las chicas y chicos del barrio. La iniciativa facilita también que la juventud conquiste espacios de decisión donde formular sus inquietudes y elaborar respuestas propias, tanto de transformación de su realidad como de mejora de sus opciones de ocio. Delso mostró su satisfacción porque el proyecto surgiera en uno de los encuentros Dillo ti abiertos a los barrios que realiza el gobierno local una vez al mes. En aquella reunión, una persona vecina del barrio manifestó la necesidad de dar a la juventud una alternativa de ocio y recordó que existió hace años una iniciativa similar a la que proponía. A partir de ahí, el Ayuntamiento trabajó con entidades y colectivos del vecindario para "conectar proyectos que ya existen con este". De esta manera, se celebraron tanto reuniones explicativas como técnicas, con el instituto del barrio, oenegés, clubs deportivos y otras organizaciones existentes para que "sepan que este espacio es también un recurso para ellos".