1 de agosto de 2017
La obra, que se iniciará con carácter inmediato, y que tendrá un coste de 36.000 euros, se iniciará luego de otras actuaciones en el espacio, como la eliminación de especies invasoras, la mejora de la corriente de agua y la recuperación de especies vegetales de carácter acuático. "El objetivo de esta acción, que se reproducirá en otras partes de la ciudad, es crear zonas de contacto con la naturaleza dentro del propio espacio urbano", indica la concejala
La Concejalía de Medio Ambiente abordará, con carácter inmediato, una nueva fase de actuaciones en el entorno del estanque de Eirís con lo que se completará el proyecto abordado en esta zona y que pretendía llevar a cabo una restauración ambiental completa de este enclave, de cara a convertirlo en un pequeño humedal urbano, conformando, a su vez, una zona de contacto con la naturaleza dentro del propio espacio urbano. "Nuestra intención es reproducir en más lugares de la ciudad estas zonas de encuentro entre naturaleza y ciudadanía, teniendo el agua un especial protagonismo", comentó la titular de este departamento del Gobierno, María García. Esta última fase comprende un nuevo vallado de madera que unifique el conjunto natural del estanque y que estará acompañado, además, de la colocación de paneles informativos, en los que se informe de la presencia de aves y otros animales que viven en este espacio. Esta última actuación en el estanque tiene un presupuesto aproximado de 36.000 euros, y se prevé que las obras comiencen "de inmediato".
La responsable municipal recordó que las actuaciones que se llevaron a cabo estaban enfocadas a la recuperación de este espacio, así como la correcta naturalización del estanque. "Fuimos capaces de transformarlo en un verdadero humedal urbano a través de la colocación de tres dispositivos de bombeo sumergidos que facilitan la circulación del agua, permitiendo que el espacio pueda ser naturalizado, cosa que además solucionó históricos problemas de suciedad en este espacio, en el que no se abordaron trabajos desde el año 2003", dijo García, que también destacó los trabajos de eliminación de especies invasoras y de plantación y recuperación de árboles autóctonas y especies vegetales acuáticas. "Pasamos de tener una cubeta de agua estancada a tener un humedal naturalizado dentro de la ciudad. Las administraciones tenemos un deber ético de cuidar y conservar la biodiversidad, de acuerdo con los compromisos internacionales en esta materia", señala la responsable de Medio Ambiente, quien alude también a la responsabilidad de luchar contra el cambio climático desde la escala local, "que tiene uno de sus efectos más claros en la pérdida de la biodiversidad".
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