En esta edición del reencuentro se modifica el circuito habitual de dos vueltas de las últimas ediciones, para dejarlo por segunda vez en su historia (la anterior fue en 2015) en un único trayecto, buscando mejorar aún más las características de rapidez que han sido santo y seña de esta carrera desde su nacimiento el 21 de junio de 2009.

Para conseguirlo, explica Jorge Blanco, responsable de la homologación del circuito, "se cuenta con la incorporación de nuevos tramos que los recientes cambios urbanos y las mejoras en la movilidad han aportado a la ciudad, como son la posibilidad de utilizar las vías interiores del Puerto de A Coruña o el novedoso uso de la céntrica calle de San Andrés, ya parcialmente peatonal, como forma de conectar ambos lados marítimos de la ciudad, Riazor y Orzán por un costado y la bahía y puerto por el otro. Completará el trazado el habitual recorrido por el eje que va desde O Parrote hasta Oza, que en esta ocasión se amplía con un nuevo tramo siguiendo el antiguo cauce de la tercera fuente acuática de A Coruña, el río Monelos, hoy soterrado pero vivo en el recuerdo urbano."

Todo ello buscando mejorar aún más la ya de por si suave altimetría de ediciones anteriores, con el objetivo de conseguir un recorrido lo más rápido posible que permita la complicada orografía urbana. "Para que la carrera sea una garantía de buenas marcas para todos los participantes, tanto atletas de élite como populares, se utilizan abundantes rectas y con pocos giros que rompan el ritmo.", añade Jorge Blanco.

El hecho de que la mayor parte del recorrido se haga en paralelo en ambos sentidos propiciará además que, aún tratándose de una vuelta única, los corredores se crucen constantemente con otros que van a distinto ritmo, lo que servirá para compartir esfuerzos y ánimos de unos con otros, para acabar finalmente todos en el centro de la ciudad, en el mismo sitio donde partieron, en el Obelisco.