El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, recordó hoy en rueda de prensa que el proyecto de la Renta Social Municipal impulsada por el Gobierno local contempla, como forma de pago más habitual, “que el Ayuntamiento abone directamente las facturas de los y de las beneficiarias de este subsidio a los proveedores, garantizando de esta forma la cobertura continua de sus necesidades básicas”. No obstante, si bien esta es la fórmula más operativa (así fue consensuada con los y con las trabajadoras sociales), “no es la única que está contemplada, sino que hay más alternativas, como el pago directo”. El regidor insistió en que la ayuda que proyecta el Ejecutivo municipal “está ideada para atender situaciones más allá de aquellas relativas a la exclusión extrema”.

“La forma prioritaria de pago será a proveedores, porque entendemos que es la más operativa, pero no es la única. Cuando hablamos de la Renta Social Municipal no podemos hablar sólo de casos de exclusión social extrema, aunque estos son, por supuesto, los prioritarios. Hay vecinos y vecinas en condiciones de optar a este subsidio que pretende impulsar el Gobierno local que pueden tener, por ejemplo, un trabajo a tiempo parcial, aunque sus ingresos no llegan al umbral que se considera que garantiza una vida en condiciones dignas. La renta social tiene que ir mucho más allá de las situaciones de extrema pobreza”, explicó.

El proyecto de la Renta Social Municipal forma parte de uno de los principales compromisos de gobierno del actual Ejecutivo coruñés. Esta ayuda irá destinada, salvo excepciones, a personas mayores de 18 años, empadronadas en la ciudad y en riesgo de exclusión que no tengan acceso a la Renta de Integración Social de Galicia (Risga), o a otros subsidios autonómicos. Este subsidio servirá para dar cobertura a las necesidades básicas y de alojamiento, entre las que se contemplan las relacionadas con la alimentación diaria, vestuario y cuidados básicos personales y de la vivienda, gastos de alojamiento, cuotas de préstamo hipotecario o el pago de habitaciones.

“La crisis económica y los cambios estructurales de la economía provocaron la persistencia de grupos poblacionales en riesgo de pobreza y exclusión social, así como la aparición de nuevos perfiles menos tradicionales, como es el caso de las y de los trabajadores pobres”, indica el proyecto de la Renta Social Municipal. Esta situación justifica, según el Gobierno local, la puesta en marcha de medidas “y recursos nuevos orientados a la inclusión activa de personas en situación o riesgo de exclusión social”. La cuantía máxima de este subsidio será el 100% del IPREM (índice de referencia a nivel estatal que marca los límites para recibir ayudas públicas), para unidades de convivencia de un único miembro e irá aumentando en 20 puntos porcentuales por conviviente adicional hasta un máximo del 200% del IPREM.