El Ayuntamiento de A Coruña pondrá en marcha un nuevo programa para la atención de las personas que están en situación de calle en el municipio, denominada Housing First, que introduce "un modelo innovador de lucha contra el sinhogarismo más centrado en la persona, donde el pilar sobre el que se articula la atención es la provisión de una vivienda". La concejala de Xustiza Social e Coidados, Silvia Cameán, presentó este lunes la iniciativa, que se desarrolla a través de un convenio de colaboración con la Fundación RAIS y la Asociación Provivienda de 100.000 euros, y que busca "el empoderamiento de la persona a través de su estabilidad vital y residencial y la disposición de espacios de reconstrucción de vínculos afectivos y sociales". "Favorecer el acceso a la vivienda es un paso imprescindible para que las personas sin hogar recuperen su autonomía", apuntó la edil, que presentó el programa junto al responsable estatal del programa en Asociación Provivienda, Daniel Fábregas, y la directora de la Unidad de Soluciones de la Fundación RAIS, Maribel Ramos.

La concejala enmarcó esta iniciativa dentro del "compromiso político ineludible en la lucha contra las desigualdades y la pobreza en la ciudad", un camino en el que destaca la puesta en marcha el pasado año del centro de baja exigencia Abeiro, que atendió durante 2017 a 167 personas, 142 hombres y 25 mujeres. Una experiencia que, según evidenció Cameán, "permitió comprobar que existe una tendencia a la continuidad en el tiempo de las personas que acceden al centro". "Es un dato muy relevante porque refleja que una parte muy importante de las personas sin hogar abandonaría esta situación si contara con el recurso idóneo. Y para nosotros, Housing First, es un recurso muy idóneo", incidió la concejala. El servicio de atención inmediata del equipo municipal de inclusión social detectó durante el pasado año a 92 personas sin hogar en la ciudad, "personas que hacen su vida las 24 horas en el espacio público y que viven un proceso de exclusión social y de vulneración de derechos".

Tal y como expuso el responsable estatal del programa en Asociación Provivienda, Daniel Fábregas, el programa Housing First sigue una metodología en la que el primer paso es poner a disposición de la persona sin hogar una vivienda individual "en la que tiene capacidad de decisión sobre su vida y cómo quiere organizarse", además un programa de apoyo "que ayude a alcanzar las metas que se fijen". Como explicó, este sistema reconoce el derecho a la vivienda de todas las personas y se dirige a aquellas que tienen mayor vulnerabilidad, lleven más de tres años en situación de calle y tengan aparejadas otras situaciones de vulnerabilidad, tanto relacionadas con su salud física o psíquica como las adiciones. "Va dirigido a aquellas personas a las que les cuesta más sumarse a los itinerarios o las ofertas de servicios tradicionales que acompañan en los procesos de inserción", indicó Fábregas, que aclaró que otro de los puntos diferenciales con programas más al uso es que la vivienda no se utiliza como garantía para el seguimiento de un itinerario de reinserción. "Cuando los cambios proceden de dentro de cada una de nosotras los resultados acaban siendo mejores que cuando obligamos a las personas a que inicien procesos sin ser deseados", evaluó. En este sentido, Fábregas apuntó que el índice de retención de vivienda del programa, que lleva una década implantado en diferentes países de la UE, es del 85%.

La directora de la Unidad de Soluciones de la Fundación RAIS, Maribel Ramos, explicó por su parte que una de las condiciones que se deben dar para que la persona acceda al programa es que presente su candidatura. Para eso, todos los agentes implicados en el programa tendrán contacto con las entidades locales que trabajan con personas sin hogar, que servirán de puente informativo. La fundación está ya a sondear el mercado de alquiler en la ciudad para captación de vivienda, que después será asignada mediante un contrato de cesión de uso. El programa, que asume todos los costes de la residencia, cuenta también con un programa de becas para la gente que no disponga de ningún ingreso, mientras que las personas que sí los tengan aportarán un 30% para el sostenimiento del programa, "que es lo que debería suponer como máximo un alquiler sobre los ingresos". Como avanzó Ramos, las personas que accedan a Housing First contarán con un apoyo "que respetará sus ritmos y preferencias" y que les hará, por lo menos, una visita semanal. Por su parte, las personas usuarias se comprometen a hacer un buen uso de la vivienda y a participar en una evaluación.