La Policía Local evitó este sábado la ocupación ilegal de dos viviendas con varias dotaciones que fueron requeridas por el vecindario. En la primera de las actuaciones, que se desarrolló en un inmueble de la avenida de A Pasaxe, fueron los propios dueños los que solicitaron la puesta en escena de los agentes en su casa que fue violentada por una familia. Según lo que les contaron, los okupas les causaron distintos daños en la propiedad hasta instalarse en ella con la intención de hacerla suya. También les profirieron diferentes amenazas e incluso trataron de azuzarles con un perro de raza potencialmente peligrosa, justificando su decisión en la existencia de menores a su cargo. Ante estos indicios y dado el poco tiempo que transcurrió desde la ocupación, la policía entró por la fuerza a recriminarles que retiraran sus pertenencias y abandonaran el lugar, además se impidió su retorno. Seguidamente, tramitaron diligencias penitenciarias al juzgado de guardia y una denuncia por infracción a la Ley de protección de la seguridad ciudadana. Estas mismas personas fueron desalojadas el pasado día 20 de julio de otra casa, situada en la parroquia de Santa Eulalia de Liáns (Perillo, Oleiros), donde residían desde lo principio del verano.

La segunda intervención fue en un piso de la calle Colombia, de propiedad municipal y en el que vivía hasta hace poco una mujer, que murió recientemente. Segundo relataron las/os vecinas/os, el joven okupa entraba y salía por una ventana ya que la entrada no tenía señales de que había sido violentada. La policía lo localizó en las cercanías y el okupa reconoció la responsabilidad de los hechos que se le atribuían, pero aseguró que no había estropeado ni se había apropiado de nada. Los agentes no apreciaron signos de violencia ni de ocupación, por lo que solicitaron el apoyo del servicio de Bomberos para cerrar y asegurar la ventana de la vivienda.

VIOLENCIA MACHISTA

Además, hubo dos detenciones por supuestos delitos de violencia de género. El domingo, una joven de 20 años pidió auxilio en las dependencias policiales y señaló que era víctima de maltrato y que la habían amenazado de muerte. Luego de su declaración, las patrullas realizaron una batida en el barrio de Monte Alto hasta dar con la persona maltratadora, que seguidamente arrestaron y trasladaron a los calabozos. En la detención, se le requirió una navaja que portaba y el DNI de la mujer.

En la misma jornada, la policía se presentó en una dirección del Agra a atender una mujer que sufrió una supuesta agresión de su marido. Además del estado nervioso en que se encontraba la vecina, los agentes apreciaron equimosis en sus extremidades superiores. Después de que su esposo se presentara y argumentara que habían discutido pero que no la había agredido, su hija corroboró el relato de la mujer y la policía procedió a arrestar el varón, que está en dependencias policiales acusado de un delito de violencia machista.