La alcaldesa, Inés Rey, anunció que la Xunta de Gobierno Local aprobará mañana la declaración de los Jardines de Méndez Núñez como Zona de Especial Protección (ZEP). De esta manera, el Ayuntamiento ponen fin a la práctica del botellón. "Desde el jueves no se podrá hacer botellón en Méndez Núñez", dijo la alcaldesa, que recordó que el Gobierno local tiene "el deber de proteger los espacios públicos y velar por la salud pública".

El Gobierno local cumple de este modo el compromiso que adquirió al principio del mandato de acabar "con la práctica del botellón y de que los jardines estarían protegidos y volverían a lucir el esplendor que tuvieron en el pasado". El deterioro continuo de los Jardines de Méndez Núñez provocado por la práctica del botellón, subrayó la acaldesa, es una de las preocupaciones del Ayuntamiento. El daño ecológico se refleja en las especies arbóreas, en la cantidad ingente de basura recogida al día siguiente (cerca de tres toneladas), así como en el continuo destrozo ocasionado al mobiliario urbano (bancos, papeleras, reloj, fuente...).

Por otro lado, Inés Rey insistió en "que el Gobierno local debe velar por la salud pública, en especial de la juventud", ya que varios informes del Sergas recogen un incremento en el consumo de alcohol por parte de menores, en especial en mujeres con edades comprendidas entre los 13 y 16 años. La Policía Local también detectó un aumento de los actos de vandalismo asociados a la ingestión de alcohol. Según los datos, los jueves y los sábados son los días de mayor afluencia, con cerca de 1.000 personas.

Tras su paso por la Xunta de Gobierno, la medida será publicada en el BOP el jueves. A partir de este día, no se podrá realizar botellón en los Jardines de Méndez Núñez. Se colocarán carteles informativos en la zona para "recordar" que no se puede consumir alcohol desde lo inicio de los Jardines, enfrente de la Delegación del Gobierno, hasta el palco de la música. Se trata de cumplir una ordenanza municipal que lleva en vigor desde julio de 2008 y que regula el ocio nocturno y prohíbe que se consuma alcohol en las calles en grandes concentraciones de gente que provoquen alteraciones en la orden pública e interfieran en el descanso de otras personas. El incumplimiento de esta normativa implica multas desde los 200 euros las más leves hasta los 3.000 euros las más graves. Además, las primeras semanas se incrementará la presencia policial con un dispositivo especial.

Como medida disuasoria, se colocarán carteles en las zonas que ya fueron declaradas ZEP: plaza del Humor, plaza de la Fariña (Azcárraga), entorno de la Ciudad Vieja y Santa Catalina. La alcaldesa aseguró que se intensificarán los controles policiales para que esta medida no afecte a otras zonas de la ciudad. La Policía, dijo, vigila que los locales cumplan los horarios de cierre y se instalaron nuevos puntos de medición de ruidos en el Orzán para garantizar que se respeta la normativa. "La Policía Local lleva meses controlando cada fin de semana las zonas más conflictivas de la ciudad y trabajamos para evitar problemas, ya que hay locales que cumplen estrictamente sus horarios", recordó.

La alcaldesa agradeció el trabajo realizado desde distintas concejalías para poder sacar adelante esta declaración, en especial a Medio Ambiente, que presentó numerosas propuestas y que está realizando un inventario de especies como paso previo a la puesta en marcha de un plan integral de mejora y rehabilitación que llevará al Gobierno local a solicitar a la Xunta la declaración de la zona como Bien de Interés Cultural (BIC).