INCAUTACIÓN DE ARMA DE FUEGO

En la mañana del 22 de marzo, una patrulla de la Policía Local fue comisionada por la Sala Operativa del 092 para que se trasladara a un local, concretamente una peluquería, sita en la Ronda de Outeiro, donde unos operarios electricistas encontraron un arma de fuego en el falso techo del local. Ya en el lugar, la dotación se entrevistó con uno de los operarios que explicó como el día 21, mientras cambiaba los focos de una parte del techo del local, accedió a un falso techo donde encontró una bolsa con una pequeña arma de fuego, cartuchos, trozos de papel y un bote de aceite. Este hombre, vecino de Culleredo de 46 años, también explicó como no pudo localizar a la propietaria del establecimiento hasta el día siguiente, que fue quien dio aviso a la Policía Local. La propietaria del local señaló como posible propietario del arma a su exmarido, con el que estuvo casada hasta hace 25 años, ya que fue el encargado de reformar el local en el año 1991. Esta vecina de Cerceda, de 59 años, añadió que en el año 1992 había sido amenazada de muerte por su exmarido en varias ocasiones, diciéndole que tenía una pistola o que tenía algo escondido en el local y que podía ir a la cárcel. La mujer identificó a su exmarido y señaló que no tenía relación con él, pero que lo veía por la calle de vez en cuando. La propietaria entregó a la dotación una bolsa muy deteriorada con trozos de papel, un bote de aceite o similar, una pistola "Browning" y una caja con 25 cartuchos, así como otros cinco cartuchos sueltos. La patrulla indicó, tanto al operario como a la mujer, los pasos legales a seguir y trasladaron los objetos a las dependencias de la Policía Local, en calidad de depósito y a disposición de la autoridad judicial correspondiente.

AUXILIO A LA CIUDADANÍA

A las 20:45 horas del 22 de marzo, una dotación fue requerida por la Sala del 092 para que se trasladase a la calle Faro Finisterre, donde al parecer, una persona de edad avanzada había caído al suelo de su domicilio y su hija era incapaz de levantarla. Ya en la vivienda, la hija de la mujer, de 70 años, explicó a la patrulla que su madre, de 91 años, había caído en el baño y que no era capaz de levantarla, pues pesaba mucho. La dotación levantó a la anciana y la sentó en la silla de ruedas, al tiempo que dio traslado a los Servicios Sociales, ya que la hija tenía problemas físicos y no se veía capaz de cuidar por sí misma de su madre.