Un sistema de indicadores de una ciudad es un instrumento clave e imprescindible de planificación estratégica de las políticas urbanas, particularmente las referidas a aspectos ambientales, sociales, de movilidad, acceso a la vivienda, económicas, etc, tanto en el diseño de las mismas como en su posterior evaluación, ya que sin indicadores no es posible diseñar políticas públicas sustentadas en el análisis de la realidad de la ciudad ni evaluar el impacto y rediseño de dichas  políticas públicas.

Es asimismo un mecanismo de seguimiento que permite valorar el estado de la ciudad y determinar el grado y ritmo de ejecución de los planes y acciones que se llevan a cabo dentro de estas políticas.