Ilustración de David Sánchez, CC-BY.
Un complemento necesario para la subsistencia
A pesar de que la agricultura parece haber sido la actividad esencial para la subsistencia, la ganadería era una tarea de gran relevancia para complementar la dieta y para garantizar la estabilidad de los cultivos.
La cabaña ganadera estaba compuesta por ovejas, cabras, vacas y cerdos. También está bien documentado la crianza de caballos y perros, pero no es probable que fueran empleados para el consumo, o no de manera cotidiana. De la oveja y de la cabra se obtenía carne y leche (de la oveja, también lana); de la vaca se aprovechaba la leche, la carne, el cuero y los tendones; de los cerdos la carne y la grasa.
Como modo complementario a la subsistencia, se realizaban actividades como la caza y la recogida de frutos silvestres y bellotas.
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