El concejal de Culturas, Deporte e Coñecemento, José Manuel Sande, dio cuenta esta mañana de la decisión, adoptada por el Gobierno local tras una valoración compartida de los servicios municipales con el Real Club Deportivo, la Liga Profesional de Fútbol y el resto de agentes implicados, de suspender la actividad fijada para esta tarde en las instalaciones de Riazor, como son el estadio y el pabellón -donde iban a tener lugar el partido del Deportivo con el Betis, y el del Básquet Coruña con el Barcelona B-, además del resto de espacios, a la vista de la previsión meteorológica para las próximas horas, con posibilidad de vientos de más de cien kilómetros por hora.

Tal y como señaló durante su comparecencia el responsable municipal, la Xunta mantiene decretada la alerta naranja -y roja en el mar- por vientos que en el día de ayer causaron "decenas de incidentes en toda la comarca, y que en el propio estadio causaron daños como el levantamiento de placas", y viene de suspender las actividades en el exterior previstas para esta tarde en los centros educativos. "Con estas condiciones meteorológicas, muy adversas, entendemos que suspender los encuentros es una cuestión de seguridad primordial. Resulta impredecible lo que puede acontecer esta tarde con el temporal, que trae consigo una cuestión añadida, como es la imposibilidad de trabajar en el mantenimiento. Así las cosas, garantizar que no haya gente en el estadio ni en el resto de las instalaciones nos parecía fundamental, teniendo en cuenta además la afluencia masiva a este tipo de eventos", señaló. En este sentido, el concejal puso de relieve las "garantías de revisión y de supervisión constante" del estado de las instalaciones, así como el contrato de mantenimiento puesto en marcha por el actual equipo de Gobierno para las mismas, que "no existía con anterioridad".