El Gobierno local se ve en el deber de cerrar el Centro Abeiro, un espacio municipal en el que se desarrollaba el programa de baja exigencia destinado a la ciudadanía en situación de calle, en cumplimiento de la ley y por exigencias de la Xunta de Galicia al dictaminar que el centro no se adecuaba a los requisitos mínimos exigidos y, como consecuencia, interponiendo una sanción en octubre de 2017.

A su llegada al Gobierno, el Ejecutivo local analizó con el Servicio de Edificación las posibilidades de subsanar todos los requisitos específicos que el centro no cumplía y que eran exigidos por la normativa sectorial de aplicación. Tras este análisis, la única opción viable dejaría el espacio sin los metros mínimos necesarios que la Xunta exige para este tipo de centros. En este sentido, y según el Gobierno autonómico, el inmueble seguiría siendo no válido para ejercer esta actividad. Por lo tanto, con el fin de cumplir la ley y de salvaguardar la integridad física del cuadro del personal trabajador y las personas usuarias del albergue municipal, el Ayuntamiento se ve en el deber de cerrar el Centro Abeiro.

Seguidamente, la Concejalía de Bienestar Social e Igualdad decidió informar a todas las entidades de la ciudad que trabajan en este ámbito para que fueran conocedoras de la situación del Centro Abeiro y estableció una coordinación entre todas las partes involucradas. Desde el primer momento, las entidades se comprometieron a colaborar, cada una dentro de su ámbito, para subsanar las consecuencias de que el albergue municipal no se pueda reabrir. Entre ellas, destacar que ACCEM y Padre Rubinos manifiestan la posibilidad de ampliar el número de plazas en ambos centros.

Otra de las medidas adoptadas desde la Concejalía es la potenciación del servicio de calle y el dispositivo de frío que el Ayuntamiento presta a través de sus convenios con la Cruz Roja y ACCEM.