El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, acompañado de las concejalas de Xustiza Social e Coidados, Silvia Cameán, e Igualdade e Diversidade, Rocío Fraga, y del concejal de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, visitó este lunes a la mañana la zona del Pasaje donde se desarrollan labores de limpieza para completar el proceso de demolición de la antigua nave industrial de La Toja, iniciado el pasado día 4. Los trabajos, que concluirán esta misma semana, permitieron retirar de este área un total de 2.000 toneladas de residuos -a las que habrá que sumar los materiales procedentes del derribo- lo que, como indica el responsable municipal de Rexeneración Urbana, supone un avance notorio dentro del plan de recogida de material de desecho que el Ayuntamiento está desarrollando en el asentamiento precario, coordinado por la Concellería de Medio Ambiente, y que en su primera fase, previa a la demolición, logró limpiar un total de 1.692,52 toneladas de residuos generales y 4,52 toneladas de ruedas. Está previsto que en fechas próximas, Medio Ambiente inicie una nueva fase dentro de esta intervención, con una ampliación de la zona de limpieza, e inicie las actuaciones para la normalización de la recogida de la basura en este ámbito, para lo cual también se colocarán contenedores para la separación de la basura orgánica e inorgánica y se repartirán ecocubos. La eliminación de todos estos residuos, hace notar el responsable municipal, contribuye además de una manera decisiva en la merma de los vertidos que estos provocan a la Ría del Burgo.

Este plan de limpieza, indica Varela, forma parte del trabajo que se está desarrollando de forma coordinada en el asentamiento precario del Pasaje por parte de los distintos servicios municipales con los y con las residentes a través del Plan de Acceso a un Hábitat Digno, "que incluye en todo momento trabajo social con las personas que habitan esta zona". En este sentido, el concejal señala que, a pesar de que la responsabilidad sobre la parcela donde se están desarrollando los trabajos es de la empresa propietaria del suelo, el Ayuntamiento está realizando labores de supervisión y control, para garantizar que el proceso prosiga en las condiciones idóneas, y para evitar la aparición de nuevas construcciones en la zona, toda vez que "el espacio no está acondicionado ni cuenta con condiciones de habitabilidad".