Este mes de mayo, por unas u otras razones, los cometas serán los protagonistas del cielo nocturno. Por una parte, el cometa Atlas irá creciendo en brillo a medida que avanza el mes, y aunque la evolución de un cometa siempre es muy imprevisible, todo indica que llegará a verse a simple vista. Lo podremos encontrar sobre las luces del atardecer antes de su máximo acercamiento a la Tierra, el día 23. Tened en cuenta que decimos «acercar» en términos astronómicos, porque en ese momento el cometa estará a más de cien millones de kilómetros de nosotros.

También relacionada con un cometa, en este caso el Halley, tenemos la lluvia de estrellas fugaces de las Eta Acuáridas, que tienen su pico el 6 de mayo. Sin embargo, este año no va a ser especialmente bueno para esta corriente de meteoros, porque la presencia de una luna casi llena impedirá ver la mayor parte de ellos.

La situación de los planetas es semejante a la que vivimos en el mes de abril. Hasta mediados de mayo, Venus seguirá dominando el crepúsculo al inicio de la noche, mientras Júpiter, Saturno y Marte irán saliendo por el este en ese orden hasta la llegada del nuevo día.