Los primeros datos de funcionamiento del elevador señalan que realiza una media de 31,5 viajes diarios con 21,6 personas de media en cada viaje. Del total de 8.151 usuarios, 4.301 realizaron subidas y 3.850, bajadas. La cabina, que permite disfrutar de una vista panorámica de la ciudad, tiene capacidad para un grupo de 25 personas en cada viaje y el horario para el público es de 11 a 21 horas, todos los días.

El elevador sufrió una parada esta semana para someterse a la revisión inicial de funcionamiento, siguiendo las directrices marcadas por el fabricante.

El elevador panorámico del monte de San Pedro está configurado como una esfera con superficie totalmente acristalada. La geometría esférica permite una visión óptima del privilegiado panorama que se puede contemplar desde el monte de San Pedro, abarcando gran parte de la ensenada del Orzán. El interior de la esfera tiene capacidad para un grupo de 25 viajeros. El recorrido que se realiza es de 100 metros para salvar una altura de 63 metros y se estima un tiempo de recorrido del viaje de 3 minutos y 20 segundos.

El ascenso hasta la cumbre se consigue mediante el deslizamiento del elevador sobre un camino de rodadura fijado a la propia montaña. El movimiento de elevación y descenso se realiza por tracción directa, mediante cuatro ruedas dentadas accionadas por sendos motores hidráulicos que engranan en dos cremalleras dispuestas a lo largo de todo el recorrido, paralelamente a los carriles. El camino de rodadura se compone de dos carriles separados 4,56 metros entre sí, que le proporcionan el guiado y una sustentación muy robusta.

La esfera que envuelve el habitáculo del elevador consiste en una estructura metálica espacial, construida con perfiles de acero inoxidable brillante y placas curvas de policarbonato, que permiten rechazar la radiación ultravioleta en su práctica totalidad. Tanto el ascenso como el descenso del elevador se realizan a una velocidad reducida, con el fin de que durante el trayecto se pueda disfrutar de las vistas panorámicas que ofrece el emplazamiento. El elevador dispone de los sistemas de seguridad necesarios que cubren cualquier tipo de eventualidad que pueda producirse.