Las medidas puestas en marcha por el Gobierno local para la mejora de la iluminación del espacio público y la gestión eléctrica supuso un ahorro de 600.000 euros en los últimos años a pesar del aumento en el precio de la energía. El concejal de Rexeneración urbana e dereito á vivenda Xiao Varela, considera que las medidas de optimización llevadas a cabo "no sólo absorbieron el impacto de la escalada de precios de la energía en la factura del Ayuntamiento, que ascendió por encima del 30%, sino que consiguieron reducir el gasto, en unos 600.000 euros, respecto a 2012, el año que se comenzó a realizar un análisis detallado de la factura eléctrica".

El Gobierno local aplica criterios de sostenibilidad en las instalaciones eléctricas del espacio público, en las que se atiende también a la reducción de la contaminación lumínica, la eficiencia, la seguridad industrial o el embellecimiento urbano. Como consecuencia, se produjo una merma en la potencia necesaria para el alumbrado público (un 10% menos) así como en el consumo (9,3% inferior respecto a 2012). "El responsable desde un punto de vista ambiental y de gestión del consumo es introducir medidas de optimización en el alumbrado público que nos permiten tener una red más sostenible y que precisa de menos energía para funcionar mejor", indica Varela. Estos criterios se concretan en actuaciones sobre la tecnología del sistema de alumbrado, en el que se acometieron obras para neutralizar el envejecimiento de la red y rebajar la antigüedad media de la instalación de los 22,3 años de 2012 hasta los 16,2 que presenta en 2018. Todas las actuaciones que suponen inversión y conservación de la red conllevan un estudio técnico desde el punto de vista de la eficiencia energética y, desde el pasado año, también de contaminación lumínica, en el que se tiene en cuenta cómo afecta a las fachadas de los edificios y al cielo.

El gobierno local aborda también la renovación de las luminarias, en las que se están eliminando las antiguas de vapor de mercurio que tienen residuos contaminantes (de las que quedaban 2.293 en 2012 y 629 el pasado año), por noticias con tecnología LED. Estas, además de una vida útil más larga, permiten también graduar los niveles de iluminación según las horas del día y las necesidades de la zona, con su consiguiente ahorro, pero siempre manteniendo una intensidad que garantice la sensación de seguridad de las personas en la calle. La inversión en tecnología afecta también a los cuadros de control, en los que se están sustituyendo los que realizaban el consumo por estimación (quedaban 40 en 2017 frente a los 193 que había en 2012) mientras que se introducen los telegestionados (se pasó de 119 en 2012 a 223 en 2017). "Son novedades que se van introduciendo en cada obra que realizamos de renovación del alumbrado, como ya sucedió en tramos de la Ronda de Nelle, Alfonso Molina, Paseo Marítimo o, más recientemente, en la Ronda de Outeiro, Rosales o Matogrande", exemplifica Varela, que recuerda que se está trabajando también en el polígono de A Grela para reformar el sistema desde un punto de vista sostenible. A estas acciones se le suma desde el 1 de noviembre el servicio de gestión integral de subministros eléctricos "que permitirá tener información específica para diseñar e implementar sistemas de control automatizados y que generarán fecha útil para continuar tomando decisiones que incidan en el consumo y en el gasto de energía".

Estrategia contra el cambio climático

Las actuaciones en materia energética del Ayuntamiento, tal y como indica el edil, se enmarcan dentro de las acciones de lucha contra el cambio climático que se expanden de manera transversal en las políticas del Ayuntamiento. Así, Varela recuerda que la pasada junta del gobierno local autorizó el gasto de casi 7 millones de euros para la contratación del suministro de energía eléctrica renovable de baja y media tensión, que permitirá que "el 100% de la energía que se contrate desde el Ayuntamiento sea certificada como renovable". La responsable municipal de Medio Ambiente, María García, explica por su parte que el Gobierno local está trabajando en el plan municipal de Infraestructura Verde, ahora mismo en redacción, y también la estrategia de adaptación al cambio climático, dos documentos precisos para detallar la estrategia del municipio, "lo que no impide que se estén dando pasos en este sentido". Así, en la Oficina del Cambio Climático participan desde el 2016 representantes de todas las áreas del Gobierno local para poner en marcha proyectos "que mejoren la resiliencia de la ciudad desde puntos de vista de la mitigación, la adaptación y la concienciación social ante este problema".

"La estrategia de lucha contra el cambio climático en el municipio es una política transversal desde la que se puede trabajar en muchos campos. Pasa por ofrecer alternativas de movilidad, como la ampliación y la creación de un carril bici funcional o las rebajas y las mejoras en el sistema de transporte público; mejoras en la gestión de los residuos, con una mejor separación en origen o la introducción del compostaje casero; la introducción de la innovación que permite que la Edar de Bens produzca biogás para el transporte; contar las mejoras de eficiencia energética entre los supuestos que cubren las ayudas para rehabilitación de edificios o incidir en la naturalización de la ciudad a través de la expansión del arbolado o el proyecto Bosques de A Coruña", indica García. Además, el Gobierno local ha iniciado proyectos que buscan la reducción de residuos durante las fiestas y eventos, iniciativas relacionadas con el consumo responsable y la soberanía alimentaria con más de 300 parcelas de huertas urbanas, mercados ecológicos o el impulso a los mercados municipales, así como campañas educativas.