El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, participó esta mañana en el acto de inauguración oficial de la residencia universitaria Elvira Bao, una equipación pública que no existía en la ciudad y que, a través de la cooperación institucional, permite "que los y las estudiantes dispongan de un espacio y de un servicio público de calidad". "Este curso la ciudad avanza porque contamos con un instrumento más que persigue la cohesión social, un instrumento con el que, inexplicablemente, no contaba A Coruña y que pone la universidad al alcance de más personas", destacó el regidor, que recordó que la residencia es una reclamación histórica de la Universidad de A Coruña y de toda la ciudad. Esta nueva equipación, dijo, llegará a las rentas más bajas y ayudará a continuar el camino para que "las desigualdades se vayan difuminando cada vez más y que los derechos sean justamente derechos y no privilegios", en una ciudad "que tiene en la Universidad Pública uno de sus principales activos, su cantera de futuro".

En el acto de inauguración intervinieron asimismo el rector de la UDC, Julio Abalde, el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, y la vicepresidenta, Goretti Sanmartín, y en él estuvieron presentes los dos anteriores rectores de la universidad, Xosé Luis Armesto y José María Barja, que trabajaron durante sus mandatos para tener una equipación de estas características, "proyectos que quedaron frustrados pese a los denodados esfuerzos de hasta tres equipos rectorales diferentes", como recordó el alcalde. Ante ellos y las demás personas que acudieron al acto, Ferreiro destacó la unidad, "la cooperación y el trabajo conjunto" de las tres instituciones y que posibilitó, finalmente, "dotar a la ciudad de un espacio público que dará servicio a toda la provincia y sabíamos que este camino solo podía ser andando si unos nos apoyábamos en los otros". En este sentido, indicó el Ayuntamiento hizo todo lo necesario para facilitar la construcción de esta residencia universitaria, tramitando y aprobando todos los cambios urbanísticos pertinentes en el PGOM, en la línea del compromiso con la educación pública que mantiene el gobierno local y que se traduce "en una inversión histórica en la mejora y la reparación de centros educativos y de sus entornos".

El regidor quiso resaltar también el valor simbólico de la nueva residencia, que recuerda el nombre de Elvira Bao "y rompe con la invisibilidad que sufrió una coruñesa que dio cuerda al progreso de esta ciudad aún en épocas oscuras, que se dedicó a la enseñanza y, por tanto, al futuro". "Una mujer que fue silenciada durante décadas y que hoy en día, afortunadamente, cuenta ya con su nombre plasmado en el callejero y, desde hoy, en este lugar, que estará de ahora para siempre jamás vinculado al conocimiento, la igualdad y la accesibilidad", evidenció.

Demanda histórica

La inauguración de la residencia universitaria Elvira Bao viene a cubrir una demanda histórica tanto de la ciudad como de la Universidad de A Coruña, que eral a única del Sistema Universitario Gallego que no disponía de este servicio. Su apertura fue posible gracias a un acuerdo firmado entre el Ayuntamiento, la Universidad y la Diputación en el año 2015 para la cesión de parte de edificio del Centro Calvo Sotelo, y en el que el Ayuntamiento, en el ámbito de sus competencias urbanísticas, tramitó las actuaciones necesarias para incorporar en el planeamiento municipal el uso urbanístico como residencia universitaria en el actual edificio Calvo Sotelo. Por su parte, la Diputación sufragó las obras de acondicionamiento de la ala este del edificio con un aporte total de tres millones de euros.

La residencia Elvira Bao, en la que viven de momento 13 estudiantes, está situada cerca del Campus de Riazor y cuenta con unas instalaciones totalmente renovadas y actualizadas. En la primera fase de renovación, la residencia tiene disponibles 46 plazas, de las que se reservan dos en habitación individual para el alumnado con dificultades de movilidad con una discapacidad igual o superior al 33%, y 44 en habitaciones dobles (no mixtas), todas ellas exteriores y con cuarto de baño. El número total de plazas ascenderá a 120 cuando estén finalizadas las obras. El espacio cuenta además con salas comunes para el estudio y el ocio, una de ellas equipada con microondas, cafeteras, neveras y hervidores de agua. El precio de las habitaciones oscila entre 100 y 195 euros, incluyendo los consumos de calefacción, electricidad, agua e Internet.