Se trata de un proyecto piloto que se inicia ahora en la playa de Riazor, donde hay ya dos duchas de agua caliente, junto al puesto de Protección Civil, que permite a los bañistas evitar el agua fría. Esta actuación es posible gracias a un plan basado en las energías renovables.Así, las duchas de agua caliente son posibles gracias a la energía solar. Para ello, se han instalado hasta 12 paneles solares en el techo del puesto de Protección Civil, que generan una potencia de hasta 16.580 vatios. Esta energía permite calentar el agua, procedente de la red pública de abastecimiento. El agua caliente se almacena en un depósito de 3.000 litros de agua, situado en la parte trasera del puesto de la Agrupación de Voluntarios y por una conducción llega hasta las dos duchas de agua, que se suministrará a unos 30 grados centígrados.

De esta manera, los usuarios de los arenales coruñeses podrán disfrutar de una ducha de agua caliente, en caso de que lo deseen, o podrán seguir disfrutando de la habitual ducha de agua fría para antes o después del baño.

La concejala de Medio Ambiente, Nieves Vázquez, ha mostrado su satisfacción por esta actuación pionera, lo que pone de manifiesto el esfuerzo municipal por seguir mejorando la calidad de las playas coruñesas y ampliando la oferta de servicios que ya se ponen a disposición de los bañistas. El objetivo es ir ampliando al resto de arenales de la ciudad esta oferta de duchas de agua caliente, siempre que cuente con la suficiente demanda.

Con el fin de mejorar la calidad de los arenales, este año se ha incorporado una novedosa máquina al servicio de limpieza. Se trata de una máquina que airea y esponja la aren a una profundidad de 25 centímetros, lo que permite una limpieza de gran calidad de los arenales.

Además, en los últimos años se ha añadido la recogida selectiva en las playas, con depósitos de orgánicos e inorgánicos, así como el suministro de ceniceros para la recogida de colillas.

Banderas azules

Todo ello hace posible que todas las playas de la ciudad cuentan con la bandera azul, distinción que reconoce la calidad del arenal, de las aguas y de los servicios que se ofrecen. Además, Riazor cuenta este año la bandera Ecoplaya, que reconoce la recuperación del litoral y su calidad ambiental.

A Coruña cuenta este año con un total de cinco playas con bandera azul, como son Orzán-Matadero; Riazor; San Amaro; As Lapas, y Oza. Así, el 80% del litoral coruñés cuenta con bandera azul. Además, todas las playas coruñesas están certificadas con la ISO 14.000, situación que pocos arenales españoles tienen.

Protección Civil

Por otro lado, el Ayuntamiento inició el 15 de junio el dispositivo especial de vigilancia en todas las playas de la ciudad. Así, hay servicio de vigilancia en los arenales coruñeses de As Lapas, San Amaro, Oza, Santa Cristina, Riazor, Orzán y Matadero, aunque en estas tres últimas el operativo ya se puso en marcha el día 1 de junio. La temporada estará abierta hasta el 15 de septiembre.

El operativo está formado por 74 personas y con los siguientes horarios de vigilancia:

-Riazor, Orzán y Matadero, de 10 a 22 horas, todos los días.

-Las Lapas, San Amaro, Oza y Santa Cristina, de 12 a 20 horas, todos los días.

El equipo que vigila las playas está formado por ocho jefes de equipo, cincuenta socorristas acuáticos, diez socorristas sanitarios y seis conductores. En cada una de las playas de la ciudad hay un puesto de salvamento, material sanitario, material de rescate (embarcaciones, aros salvavidas, etc.), así como material para atender las situaciones de emergencia.

Proyectos

Para el próximo año está previsto un ambicioso plan de regeneración de las playas de Orzán y Riazor, con depósitos de arena que amplíen la superficie e incluso, con marea baja, permitan unir ambos arenales en la zona de la coraza, como existía antiguamente. También se estudia el balizamiento de estas playas, con el fin de separar bañistas de embarcaciones.

Igualmente, se trabaja en un proyecto de accesibilidad en la playa de Matadero y en el proyecto de recuperación de la finca de los Mariño, que se convertirá en un espacio público para el descanso y un gran mirador.