Nací una noche de diciembre de 1984, cuando España empezaba a "cambiar", en el seno de una familia humilde, de padre albañil y madre campesina, me crié entre naturaleza y libros lejos de las nuevas tecnologías. Los mejores momentos que tenía eran aquellos en los que mis mejores amigos eran los libros. Siempre fui una persona solitaria, amante de los animales y mal estudiante a modo de ver de otras personas, eran tiempos fáciles para muchos donde el mayor problema que se presentaría era que se sería de mayor o a quien querías más si a tu padre o a tu madre, en mi cabeza eran otras las dificultades...

Las injusticias que veía, la manera de cambiar las cosas, la manera de luchar con la vida. ¿Qué hacer con toda esa agonía?

Desde muy pequeña me refugié en mis ideas, en mis libros y empecé a escribir, era mi vía de salida. Así transcurrió mi vida hasta que decidí partir; quise ser algo o alguien, aún no sé bien... Me fui de casa y empecé a sobrevivir; era un ave de paso. Miles de trabajos, miles de destinos pero un mismo objetivo: abrirme camino y con ello llegué hasta "Crónicas de una muerte", un libro que quedó en la nada y me hizo crecer como escritora y persona.

Hubo momentos amargos, otros no tanto; muchas caídas de las que había que levantarse, muchas cosas como aprendizaje. Crucé el charco por algo inalcanzable, salió mal pero la vida tan pronto te quita como te da. Como decía Amado Nervo, llegué a un punto de no retorno y ahora como él sólo puedo decir:

Amé, fui amada,

¡Vida, nada me debes!

¡Vida, ya estamos en paz! 

ARI ALONSO